Andrea Ropero viaja hasta Lesbos, la isla griega que aloja el mayor campamento de refugiados de Europa, Moria. A pesar de que el pasado 9 de septiembre el campo fue arrasado por un incendio y se pensaba que había llegado el momento de desmantelar este símbolo del fracaso de la política migratoria europea, pero los 13.000 migrantes y solicitantes de asilo han sido trasladados a un nuevo campo.

Muchos refugiados se resisten a ir al nuevo campamento porque no quieren que les vuelvan a encerrar. Por eso, permanecen en un parking de unas naves abandonados. En tiendas de campaña sobreviven como pueden arropados de varias ONGs.

Andrea Ropero habla con una de esas familias que salieron de Siria huyendo de la guerra. La pareja atravesó con su hija de tres años Turquía y, desde hace uno, vive en Lesbos. Para sufragar su proyecto de llegar a Europa tuvieron que vender todas sus pertenencias y a estas alturas ya no les queda nada. Él, veterinario, habla con la periodista mientras sostiene a su bebé, de tan 12 días en brazos.

"Nació en el campamento que se quemó", explica el joven, que recuerda que "fueron momentos muy difíciles" en los que pidieron, en vano, ayuda a los agentes griegos: "Fuimos a la Policía, les dijimos que teníamos un hijo recién nacido de cuatro días al que le había afectado el incendio, les pedimos que nos ayudaran, que nos llevaran a una casa, pero no nos hicieron ni caso".

Entonces, el veterinario cuenta que la familia se escondió durante "una semana entre los olivos". Y es que, como confiesan a Andrea Ropero, no quieren regresar al nuevo campamento: "Prefiero vivir en la calle, el bebé no podrá soportar las condiciones del campamento".

Pese a ser reacios, finalmente, serán trasladados, allí les espera una única comida al día. "Prefiero no ir", insisten y explican que "la situación será degradante, igual que en el anterior campamento". "Se llamaba Moria pero los refugiados le llamábamos 'El campamento del infierno' porque la vida allí era un infierno", concluyen.

El momento en el que la Policía griega evita que Andrea Ropero hable con refugiados

En un momento dado, cuando Andrea Ropero se dispone a hablar con varios refugiados tras la valla, los agentes griegos echan a la periodista de El Intermedio. "¿Qué pasa?", pregunta ella sorprendida segundos antes de confirmar que les echan. Puedes ver el momento en este vídeo.

Hablan los niños de Moria: "Nos tratan como animales abandonados"

Y es que los niños son un grupo especialmente vulnerable en los campos de refugiados por las malas condiciones de vida que tienen que no les permiten ni siquiera seguir con los estudios más básicos.

Andrea Ropero charla con algunos, entre ellos un chico de 14 años que llega de Afganistán. Preguntado por cómo se siente, asegura que en el campamento son "como animales". "No estamos bien", cuenta. De hecho, el incendio fue un episodio tan duro que le cuesta recordar todo lo que ocurrió.