Andrea Ropero ha acudido a Plaza Elíptica, en Madrid, el punto al que cada día acuden decenas de migrantes que no tienen los documentos en regla y que buscan desesperadamente un trabajo para poder pagar el alquiler y la comida. Allí también van los contratistas, que buscan mano de obra barata para largas jornadas de trabajo por un precio muy reducido.

Mientras los trabajadores cuentan a la reportera que no cuentan con ninguna garantía ni con ningún tipo de seguro si sufren un accidente laboral, los contratistas rehúsan a hablar ante las cámaras de El Intermedio e incluso niegan a lo que se dedican, lo que provoca momentos tensos con Andrea Ropero.

Los migrantes que buscan trabajo sí se animan a contarle a la reportera las razones que les llevan a acudir allí en busca de trabajo. "La necesidad que tienes de pagar una habitación te obliga a venir aquí para no dormir en la calle", reconoce Washington, de Colombia.

Francisco, de Nicaragua, cuenta que entre sus prioridades está la de asegurarse el abono transportes para llegar hasta allí y poder buscar trabajo, "la comida es lo de menos porque vas a un comedor social", afirma.