El Gran Wyoming comienza El Intermedio con una de sus habituales reflexiones. El presentador afirma, al inicio de su monólogo, que está de moda todo lo 'vintage'. "La ropa de segunda mano, los discos de vinilo, los muebles antiguos...", afirma. "Lo antiguo mola", sentencia.

"En los bares más 'cool' lo petan los chupitos de kina Santa Catalina, los chavales de los barrios más modernos llevan peinados estilo mullet, que hasta ahora estaban reservados a concejales de Bildu o futbolistas alemanes de los 80", argumenta. "Nos gusta todo lo viejo... y por eso lo seguimos petando Jordi Hurtado y yo", añade.

"Sí, ríanse pero estoy de moda", responde ante las risas del público. "El problema es que tal vez se nos esté yendo un poco de las manos eso de recuperar cosas antiguas", reflexiona. "Recuperar peinados absurdos no hace daño a nadie, pero es que los últimos tiempos están volviendo cosas mucho peores, como las pandemias, las guerras a gran escala o el fascismo, que viene a ser como el mullet de las ideologías, cada cierto tiempo vuelve y no le queda bien a nadie", concluye.