Los estereotipos sobre los menores no acompañados no tienen cabida en Rada de Haro, un pequeño pueblo de Cuenca de apenas 49 habitantes que, desde la apertura de un centro de menores en 2019, ha cambiado a mejor.

"Al principio la gente lo miraba con un poquito de respeto", comenta Francisco Arjona, el alcalde de la localidad que, sin embargo, destaca que los jóvenes del centro "se amoldaron bien, la gente les trata bien y ellos también se llevan muy bien con los vecinos". Francisco muestra su absoluta satisfacción con este proyecto hasta el punto de que cree que ha sido lo mejor que les podía pasar: "Si no llega a ser por esto, no sé el pueblo lo que hubiese durado". En el vídeo sobre estas líneas puedes ver el reportaje completo de Andrea Ropero donde charla con varios vecinos que muestran su felicidad por compartir localidad con estos jóvenes inmigrantes, en su mayoría de origen marroquí.

El futuro como ganaderos de dos jóvenes marroquíes en un pequeño pueblo de Cuenca

"Aquí había gente buena que nos aconsejó quedarnos", cuentan en este vídeo de El Intermedio Achraf Joukh y Mohamed Ahmidout, dos jóvenes que sintieron la tentación de irse del centro de acogida de un pequeño pueblo pero que han acabado siendo ganaderos allí.