Las Climabar exponían que el cambio climático estaba provocando una subida de las temperaturas, lo que repercutía directamente sobre el hecho de practicar deporte. "Los deportistas ya están poniendo en riesgo su vida, porque según la ONG WWF, a partir de los 32 grados es cuando tu salud empieza a peligrar por practicar deporte", indicaban.

Sin embargo, destacaban la ironía de que "el fútbol se está financiado, literalmente, con el dinero de la peña que se lo está cargando, el dinero de los combustibles fósiles". Las activistas señalaban que muchas empresas contaminantes "siguen utilizando el fútbol como valla publicitaria" participando de forma activa en el patrocinio del fútbol, siendo copropietarios de clubes o albergando competiciones.

"La historia del fútbol va como de la manita con la historia de la industria petrolera", observaban, y se preguntaban: "¿Cómo puede ser que el futbol se siga financiando por los mismos que se lo están cargando?".

Ambas aseguraban que se puede "cortar con los combustibles fósiles y seguir teniendo dinerito" y ponían como ejemplo el caso del Barça femenino, apoyado por una empresa catalana de carne vegetal, así como el de empresas como TikTok o Lego, que han patrocinado la Eurocopa femenina.

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