El 29 de julio de 2011, José Luis Rodríguez Zapatero anunció el fin precipitado de su último mandato al convocar las elecciones generales el 20 de noviembre. Eso sí, antes de los comicios, Zapatero y Rajoy acordaron un último pacto de Estado histórico: limitar el déficit por ley y anteponer el pago de los intereses de la deuda pública a cualquier otro gasto. Para ello, debían reforzar el artículo 135 de la Constitución.

La reforma que propuso el presidente con el respaldo del PP, no solo relegó la financiación de todos los servicios públicos a un segundo plano sino que también rompió el consenso constitucional al salir adelante sin el apoyo del resto de partidos. Cumplido el trámite parlamentario, PP y PSOE pasaron del consenso al enfrentamiento electoral en unas elecciones en als que Zapatero ya había anunciado que no sería candidato. Todas las miradas se pusieron entonces en el histórico socialista: Alfredo Pérez Rubalcaba.

El resultado fue demoledor para el PSOE ya que con 186 diputados, Rajoy obtuvo para su partido la mayoría absoluta más amplia de su historia. Pero ese año, UPyD también logró su mejor resultado, Izquierda unida vivió un importante ascenso convirtiendo además en Alberto Garzón en el diputado más joven del Congreso. Este Gobierno sería el encargado de gestionar un país en crisis.

Las operaciones claves de la Guardia Civil para debilitar a ETA

Las operaciones policiales y el intento de diálogo de los Gobierno de PSOE y PP con ETA, consiguieron el fin de la banda terrorista. "La suma del final de ETA es la suma de la lucha de todos", explica un teniente general Guardia Civil retirado. Puedes descubrirlas en este vídeo.