La selección había vivido una fase de clasificación muy dura hasta llegar al campeonato europeo, el equipo había empatado y perdido varios partidos y además su juego no había conseguido ilusionar a la afición.

A pesar de ello, el equipo se clasificó para la Eurocopa y antes de viajar a Austria para disputar la competición, Luis Aragonés tomó una decisión muy controvertida, dejar fuera a Raúl -todo un icono de la selección- e incorporar a jugadores nuevos como Sergio García y Santi Cazorla.

Así vivió Santiago Cazorla aquella llamada: "Fue algo inesperado nunca había ido a ningún partido de clasificación para la Eurocopa y eso hace que sea mucho más complicado entrar en la lista de 23 elegidos para jugar la Eurocopa y fue lo más bonito que he vivido en el fútbol".

Una vez en Austria, los resultados favorecieron al equipo desde el principio. "Fue todo muy rodado desde el principìo, conseguir un buen resultado desde el primer día siempre da más confianza al grupo para afrontar lo que viene", asegura Cazorla.

Tras superar la fase de grupos, al equipo le tocaba enfrentarse en cuartos de final a Italia, la campeona del mundo en aquel momento: "La maldición de los cuartos siempre la teníamos todos en mente y era un rival además complicado como Italia. Era un partido muy importante para nosotros", relata el futbolista.

Tras 120 minutos de infarto y en una tanda de penaltis agónica las paradas de Casillas y el gol de Fábregas consiguieron la clasificación para la final y tal como cuenta Cazorla la celebraron casi más que una final: "La celebración de ese partido fue incluso, no igual que la de la final, pero sí una celebración dónde nos creímos que podíamos ser campeones de Europa".

La Roja venció a Rusia en semifinales y llegó a la final de la Eurocopa contra Alemania y el futbolista recuerda la importancia de los mensajes de Luis Aragonés en sus charlas. "Las charlas de Luis eran brutales durante toda la Eurocopa pero sobre todo el día antes de la final el día del partido nos juntó a todos en el entrenamiento y nos dijo que del segundo no se acordaba nadie".

Y es que Cazorla cree que Aragonés fue el artífice de un cambio de ciclo: "Con él empezó todo, cambió la dinámica de que España nunca creyera que se pudieran ganar grandes cosas y sobre todo con un fútbol supervistoso y superalegre".