Fernando Morientes fue uno de los protagonistas de aquel Mundial en el que el polémico arbitraje fue protagonista y explica cómo se vivió en la selección esa derrota injusta: "Confíabamos mucho en que ese Mundial estaba hecho para nosotros por todo lo que habíamos vivido y por lo que habíamos generado en el grupo, pero sabíamos que era complicado".

Las malas noticias comenzaron pocas semanas antes de viajar cuando el portero titular, Antonio Cañizares, sufrió un accidente doméstico que acabó en lesión. "La lesión se vivió mal, aportaba mucho no solo dentro el terreno de juego, si no también fuera. Iker (Casillas) en ese momento era muy joven y tenía que asumir una responsabilidad que en ese momento no le correspondía", explica Morientes.

Los resultados acompañaron a la selección en los primeros partidos, pero España aún tenía que acabar con la maldición de los cuartos de final. En el horizonte, Italia o Corea del Sur, la anfitriona. "En el hotel teníamos una sala de cine y vimos el Italia- Corea. Durante los 90 minutos vimos cosas que no eran normales".

Tras un partido que generó mucha polémica, Corea se convirtió en el rival de cuartos de España. "El partido comenzó de manera normal hasta que en determinados momentos vimos lo que habíaamos visto en el partido de Italia: que el árbitro y el juez de línea favorecían a Corea", recuerda el delantero.

El árbitro se convirtió en el protagonista por sus decisiones controvertidas: anuló un gol de España y en la prórroga invalidó un tanto que habría clasificado al equipo nacional. "Cuando yo marco ese gol es una liberación pero cuando veo al juez de línea con la bandera levantada... Terminó el partido y Camacho dijo que tire el que está convencido de que va a marcar".

El encargado de tirar fue Joaquín pero el portero paró el balón. "Joaquín pasó a la historia quizá por falla, pero también por coger esa responsabilidad que no todo el mundo la coge", asegura Morientes.

Una derrota que fue vivida como una injusticia y así lo manifestaba el seleccionador Alfredo Camacho: "Nuestra ilusión era salir al campo a ganar, hemos ganado pero no nos han dejado pasar".

En España la afición recibió a los jugadores como campeones: "Esta es la afición de un equipo cammpeón", coreaban en el al aeropuerto los seguidores.