43 años después, en 2018, gracias a la Ley de Memoria Histórica el Congreso aprobó con amplia mayoría, y con la abstención de PP y Ciudadanos, sacar a Franco del Valle de los Caídos. Sin embargo, el pulso de la familia Franco en los tribunales y la cruzada particular del prior del valle retrasaron la exhumación hasta febrero de 2019.

"Era importante demostrar ese día la superioridad moral de la democracia frente a la dictadura, que nosotros no hacemos las cosas como se hacen en uhn régimen totalitario", explica Félix Bolaños, actual ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. En ese momento, Bolaños era secretario general de la Presidencia y protagonizó en solitario todas las negociaciones con la familia Franco.

"El mundo nos estaba mirando y miraba a la democracia española que tenía que ganar dignidad ese día", explica Bolaños, que desvela en el vídeo principal de esta noticia cómo fue la estrategia para que en un día tan importante no fallara nada. Además, el actual ministro de la Presidencia cuenta cómo fueron las duras negociaciones con la familia Franco: "Querían enterrarlo en la Almudena y que el féretro fuera cubierto por una bandera de España y con honores militares. El Gobierno decidió lo lógico, que Franco se fuera al panteón familiar donde reposan los restos de su mujer y que no era un funeral de Estado sino todo lo contrario".

Bolaños, una de las pocas personas en entrar en la basílica también confiesa los tensos momentos que se vivieron con la familia Franco: "El Gobierno decidió lo lógico, que Franco se fuera al panteón familiar donde reposan los restos de su mujer", explica Bolaños, que desvela todas las peticiones de la familia Franco: "La ministra de Justicia tuvo que aguantar improperios de la familia".