La búsqueda se realizó por ríos, bosques y embalses hasta que finalmente el cuerpo apareció en unas marismas 54 días después. Desde el inicio, la investigación policial se centró en un vecino, Santiago del Valle, un pederasta que debido a una serie de errores judiciales se encontraba en libertad.

Del Valle ya había sido condenado en 2005 a dos años y nueve meses de cárcel por abusar de una de sus hijas pero esa sentencia nunca llegó a ejecutarse. Este fallo puso de manifiesto algunos retrasos y carencias de nuestro sistema judicial.

Santiago del Valle fue condenado a 22 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de abusos sexuales y su hermana Rosa a nueve años por ser cómplice del asesinato de la pequeña Mari Luz Cortés.