En 1998 el PSOE tuvo que utilizar gran parte de su tiempo en resolver sus problemas domésticos. El primero fue elegir al candidato para las siguientes elecciones. El secretario general Joaquín Almunia propuso hacerlo por primera vez con unas primarias y Borrel fue su único rival, aunque él era la opción favorita para el aparato.
Josep Borrell ganó las primarias, pero el nuevo candidato no llegó siquiera a enfrentarse con José María Aznar en las elecciones generales. Cuando cumplió un año en el cargo, el diario 'El País' publicó que dos excolaboradores suyos en el Ministerio de Hacienda eran investigados por fraude fiscal, lo que le llevó a presentar la renuncia y Joaquín Almunia fue el candidato, pero para desgracia del PSOE este no fue el único pronblema al que tuvo que enfrentarse.
Pero además, en 1998 vimos, por primera vez en Democracia, a un exministro entrando en la cárcel. Era José Barrionuevo, que había sido titular de Interior del Gobierno socialista y le acompañaba su número 2. Ambos se enfrentaban a 10 años de prisión por respaldar y financiar un secuestro con fondos públicos.
Según la sentencia, Barrionuevo y Vera, junto a otras 10 personas participaron en el secuestro de un dirigente de ETA en 1983. La víctima fue Segundo Marey, un ciudadano francés que nada tenía que ver con el grupo terrorista.
El Gobierno utilizó fondos reservados para pagar a los mercenarios que lo secuestraron, lo que puso una vez más a Felipe González en el punto de mira.
El 10 de septiembre fue la fecha fijada para que Rafael Vera y José Barrionuevo entraron en prisión. Aquel día una multitud hizo guardia en casa del exiministro para apoyar a los condenados. La cúpula del PSOE también les acompañó y celebró un acto para apoyarles en la entrada de la misma cárcel.
105 días después el mismo tribunal que les condenó pidió su indulto parcial, el Gobierno de José María Aznar lo concedió y la puerta de la cárcel de Guadalajara se abrió para ellos, que disfrutaron desde entonces del tercer grado.
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En 1998 Aznarpuso en marcha la valla de Melilla, algo que no acabó con el deseo de jóvenes como Albert, que explica en Dónde estabas entonces cómo consiguió llegar a España.
En El Intermedio
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