La apuesta de David Delfín en la pasarela Cibeles de 2002 fue noticia por el revuelo que causó. La colección combinaba capuchas, crucifijos y sogas.

En la pasarela, las modelos con la cabeza tapada caminaban con dificultad por la pasarela y algunas estuvieron a punto de caer sobre el público. El desfile acabó ocupando las portadas de los periódicos y fue tema de debate en las televisiones donde algunos calificaron la colección de machista.

Fue tanto el revuelo que el diseñador acabó dando explicaciones. "Cada uno puede interpretar libremente cualquier cosa que vea". Este incidente no frenó, sin embargo, al diseñador y Cibeles siguió recibiendo con éxito a David Delfín hasta que falleció en 2017.