La presidenta de la diputación de León, Isabel Carrasco, fue asesinada en pleno centro de la ciudad el 12 de mayo de 2014. La Policía resuelve el caso en tiempo récord. En menos de 48 horas se sabe que ha disparado Montserrat González, la madre de Triana Martínez, antigua empleada de la Diputación e implicada también en el asesinato.

Miguel Ángel Zamora, periodista de 'El diario de León', cuenta qué pasó ese día: "Isabel Carrasco se dirige a la sede del PP y Montserrat viene por detrás, saca una pistola y le dispara tres tiros que la dejan muerta prácticamente en el acto". Además, en la parte alta de la pasarela van caminando un policía jubilado y su esposa y observan todos los hechos: "El hombre, en un acto de vocación personal, la sigue hasta que avisa a la Policía", que llega y la detienen. Un minuto después aparece Triana, que dice que llega de la pastelería, cuando ésta estaba cerrada.

La pregunta que flotaba en el aire era por qué. "En los momentos de los hechos Isabel es la presidenta del PP y viene de una época bastante convulsa como consejera de hacienda de la junta de Castilla y León", explica Zamora, que define a Carrasco como "un personaje de unas convicciones muy firmes: no hay gris en su vida y eso le hace tener enemistades".

Por su lado, Triana es una ingeniera de telecomunicaciones que accede a la diputación, se gana muy pronto su confianza porque profesionalmente es muy valida, pero ella quería ser concejala del ayuntamiento de Astorga y a Isabel no le hacía gracia, explica el periodista. Según Triana, Isabel le hizo la vida imposible y era la responsable de que hubiera perdido su plaza de funcionaria en la diputación tres años antes del crimen. "Creo que el odio es por parte de Triana y es la que mueve los hilos para transmitir ese estado de ánimo y esa certeza de que había que acabar con la vida de Isabel a su madre", detalla el periodista.

Además de la madre y de la hija fue detenida Raquel Gago, una policía local amiga de la madre y la hija acusada de esconder el arma. "El papel es el que más dudas despierta, porque siempre quedó en el aire cuál había sido su implicación real", explica Zamora. Triana y Montserrat fueron condenadas a 20 y 22 años respectivamente por el asesinato de Isabel Carrasco. Raquel Gago fue considerada cómplice y cumple una condena de 14 años.