Amanecía en Nueva York en lo que, el desaparecido Ricardo Ortega, llegó a definir en una conexión con Matías Prats como un "despertar apocalíptico". Estados Unidos estaba siendo atacado con varios atentados casi simultáneos a sus símbolos: las Torres Gemelas, el Pentágono...

Ana Pastor viaja hasta Nueva York para revivir aquel fatídico día con una de sus víctimas, el fotógrafo del New York Post Bolívar Arellano. "Llegué en 12 minutos a las Torres Gemelas después de que me dijeran que una avioneta había chocado contra uno de los Gemelos", explica el fotógrafo.

"La otra torre, Ricardo, la otra torre", la frase del periodista Matías Prats al ver en directo como un avión impactaba contra la segunda de las torres quedará grabada en la memoria. Y ahí se despejó la duda del accidente y apareció la certeza del atentado terrorista: "Se trataría de dos pilotos suicidas".

Arellano le cuenta a Ana Pastor que en un primer momento no se podía creer el ataque: "¿Quién diablos va a atacar a EEUU de esta forma?", asegura. Sin embargo era cierto y la alarma se extendía a todo Estados Unidos tras las explosiones en el Pentágono y en Pensilvania.

Arellano captó aquel día la desesperación de la gente que llegaba a lanzarse desde las torres ardiendo: "Para mí eso quedó como lo más dramático, la gente que se lanzó", afirma.

"La gente se piensa que nosotros los periodistas somos fuertes, pero no saben que lloramos igual que cualquier solo que aparentamos ser fuertes y tenemos que hacer nuestro trabajo", reflexiona visiblemente emocionado.

"De aquí no sales", se dijo a sí mismo el fotógrafo al ver que la torre bajo la que estaba se derrumbaba. En contra de lo que pensó logró salir vivo y siguió fotografiando cuando tuvo que salir corriendo para intentar huir también del segundo derrumbe.

En su intento por sobrevivir no se dio cuenta de que había resultado herido y en ese momento fue entrevistado por los periodistas que informaban cerca del perímetro de seguridad.

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 se saldaron con un total de 2.983 víctimas mortales, tres de las cuales eran españolas. EEUU inició entonces una guerra contra el gobierno de los talibanes en Afganistán, un conflicto al que España se sumó con un ejército 100% profesional tras la eliminación de la mili.