El histórico portero del Real Madrid dio su rueda de prensa más difícil en el verano de 2015, un día en el que casi no le salían las palabras. Iker Casillas anunció su marcha del equipo blanco, donde había jugado toda su vida. Casillas se despidió del Real Madrid cuando su relación con el club no pasaba por su mejor momento.
Sus frecuentes desencuentros con Mourinho le relegaron al banquillo tras más de una década siendo el portero titular. El desgaste llegó a tal extremo que, pesa haber ganado en 2015 la Liga y la Champions, Casillas dijo adiós al club entre lágrimas. Su nuevo equipo sería el Porto, donde pasó por una de las situaciones más difíciles de su vida tras sufrir un infarto del que se recuperó. Tras cuatro años en Portugal conquistando dos Liga, una Copa y una Supercopa, Casillas regresó al Real Madrid.