En 2012, la crisis económica llevaba cuatro años causando estragos en España, y el recién constituido Gobierno del PP reaccionó imponiendo una estricta política de austeridad que azotó especialmente al sistema educativo y sanitario.

De hecho, la universalidad del sistema de salud español estuvo en peligro en 2012, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy propuso un nuevo modelo que dejaba fuera a los migrantes irregulares. Muchos profesionales sanitarios salieron a la calle para declararse objetores. Salvador Tranche, médico de familia, lo explica a Dónde estabas entonces nueve años después: "No podíamos abandonar a nuestros pacientes aunque fueran migrantes en situación irregular, porque nosotros atendemos personas".