Boris Izaguirre se encuentra en la antigua Numancia, una parada obligatoria en su viaje por la antigua Hispania Romana. El presentador de 'Desmontando' entrevista a Ana de Francisco Heredero, la guía oficial del yacimiento arqueológico, para conocer en profundidad su historia. Pero, ¿por qué era Numancia tan importante para Hispania y los romanos?

"Era una ciudad muy destacada. Una ciudad amurallada, con un control del territorio inmenso y también de las vías de comunicación. Si bien la ciudad intramuros se limita prácticamente a las ocho hectáreas, los estudios nos dicen que controla un territorio de mínimo diez kilómetros a la redonda con sus vías", cuenta la guía.

Los romanos, explica, "necesitaban dominar esta ciudad si querían dominar las rutas para conquistar Hispania. Sin embargo, sus habitantes no pensaban ponérselo tan fácil y estaban preparados para prácticamente todo, hasta para el fin del mundo. "Al final, los numantinos se pasaron 20 años de guerra defendiendo esta ciudad". Su espectacular muralla les ayudó en esta ardua tarea.

Una muralla y una ciudad que hoy reconstruye digitalmente el equipo de 'Desmontando'. "Encontramos nada más y nada menos que una ciudad de alrededor de ocho hectáreas con casas siguiendo la línea de la muralla con forma rectangular. Y dentro de esas casitas que hemos reconstruido tan bien vivían en torno a 2.000 personas; eso sí, cada uno en la suya", cuenta la voz en off de Anabel Alonso.

La estrategia final de los romanos para hacerse con ella es dejar de plantar batalla directa y llevar a cabo un dispositivo de asedio de nueve kilómetros de perímetro en torno a este cerro compuesto por siete campamentos unidos a su vez por un muro continuo.

"Como si vivieras en una inmensa cárcel", comenta asombrado Boris Izaguirre.

"Las fuentes nos cuentan que una y otra vez los numantinos intentaban atravesar el cerco, siempre sin éxito, salvo en una sola ocasión. Y la sensación debería ser totalmente, como te decía, una sensación casi de fin del mundo, 'esto va a ser imparable

y en cualquier momento entran'", explica la experta. Y así fue. Las tropas de Publio Cornelio Escipión Emiliano contaban con una gran fuerza humana y tecnológica que no tenían los numantinos.

La guerra duró 20 años y el asedio, 11 meses. "La mayor parte de la población murió de hambre. Según hablan los autores clásicos de esos guerreros de Numancia, se batieron en combate singular entre ellos para según ir muriendo ir a las piras funerarias. Nos hablan de cómo las madres mataron a sus hijos para que no les hicieran esclavos y de un suicidio final". Además, "en el mundo celta, para ir al más allá hay que morir con honor y un guerrero solo puede morir con honor en el combate. Muriendo de hambre no se va al más allá".

De aquí nació el mito y la expresión 'resistencia numantina'. "Lo que ha quedado es un referente universal porque lo que nos gusta de esta historia es esa idea de la resistencia del débil frente al fuerte o frente al poderoso, ¿no?", reflexiona Ana de Francisco Heredero

"O sea, que aquí empezó 'Resistiré' del Dúo Dinámico", bromea Boris.