"El pueblo de Riotuerto en conmemoración del trescientos cincuenta aniversario de las Reales Fábricas de cañones y del bicentenario Arco de Carlos III. La Cavada, 1984", reza una de las placas que pueden verse en La Cavada, un núcleo urbano dentro del municipio de Riotuerto en Cantabria. Y al nombrar esta región en televisión, hay dos personas que se nos vienen principalmente a la cabeza... y una de ellas es Miguel Ángel Revilla, quien participa en esta entrega de 'Desmontando'.

El expresidente habla con Boris Izaguirre acerca de la importancia de esta tierra entre los siglos XVII y XVIII. "Se calcula que hay 25.000 cañones hechos aquí, más su correspondiente munición", cuenta. No en vano, el gentilicio de quienes aquí habitan es 'cañonero'. "Flandes era un dominio nuestro y los de allí tenían una experiencia que no teníamos aquí los cántabros: eran expertos en la metalurgia". Fue por este motivo a principios del siglo XVIII llegaron 79 familias a la zona, cuyos apellidos fueron castellanizados y 'cantabrizados' con los años.

Con motivo de esta actividad fueron talados todos los árboles desde La Cavada hasta el Portillo de Lunada y como consecuencia, se instalaron allí los pasiegos. "Pasiegos es sinónimo de vaca y de leche históricamente", y sí, también de quesos, sobaos, mantequillas... como ambos apuntan. "¿Cómo sería el mundo sin los sobaos?", comenta Boris.

Pero todo acabó "cuando perdimos con los ingleses y llegó la Armada Invencible". "La alianza con Francia fue desastrosa. Los franceses se dieron la vuelta casi al principio. Y luego, quien se encargó de llevar la expedición, el duque de Medina Sidonia, no había visto un barco ni pintado. Y se le ocurre salir en invierno", lamenta Revilla.