La periodista e historiadora Carmen Sánchez-Risco lleva a Boris Izaguirre hasta Medina Sidonia (Cádiz) en esta entrega de 'Desmontando' dedicada a 'la gran epidemia', pero, ¿por qué es este uno de los escenarios elegidos para hablar de este asunto? Empecemos disfrutando del paisaje urbano del municipio gaditano, con esas casas con fachadas encaladas, con un color blanconuclear.

"¿Por qué te crees tú que todas estas casas están pintadas de blanco?", pregunta Carmen a Boris. "Porque queda muy mono, se ha convertido de cierta manera en una especie de 'marca España'. Todo el mundo reconoce los pueblos blancos de Andalucía en el mundo entero". La experta está de acuerdo con sus respuestas, pero, ¿cuál es el origen?

"Todas esas pestes y epidemias que hubo (bubónica, tifus, fiebre amarilla...) están detrás de esa costumbre. Esto se hacía desde el siglo XVI o XVII y se ha mantenido a lo largo del tiempo. Está comprobado científicamente que el óxido de cal tiene propiedades antibacterianas y antisépticas. La cal tiene más de 130 usos vinculados a la higiene", detalla la historiadora.

Es más, en el siglo XVII, se obligó a sellar con cal las tumbas de los infectados. Durante el reinado de Carlos III también se tenía que pintar con cal tanto las fachadas como el interior de edificios públicos, como iglesias y hospitales, persiguiendo esa higiene. "Durante el Gobierno de Franco se utilizó como reclamo turístico para los pueblos de la sierra y de Cádiz y después la costumbre traspasó las fronteras y se extendió prácticamente por toda Andalucía".

Ahora predomina su valor estético al uso originario... en casi todos los sitios. "En Medina Sidonia, el Ayuntamiento cede gratuitamente la cal para que se mantenga la tradición tal y como era originalmente". Durante el COVID, diversos Ayuntamientos regalaban la cal "buscando ese poder higienizante", aunque estas propiedades no están comprobadas, puntualiza Sánchez-Risco.