Boris Izaguirre charla con Elena Iglesias, historiadora del arte y guía turística, y José Antonio Vázquez Tain, el juez y escritor, en la Plaza del Obradoiro, donde se encuentran los restos del apóstol Santiago. Iglesias recuerda que "fue un ermitaño, Pelayo, Paio, el que vio unas luces y es el obispo Teodomiro el que viene hasta aquí persiguiendo estas luces de las estrellas, acaba descubriendo la tumba".

"Entonces Teodomiro, que no pone ninguna duda de que pertenecía al apóstol Santiago, avisa al rey que reinaba en aquellos tiempos, que era un rey asturiano que se llamaba El rey Alfonso II, el Casto", explica Elena Iglesias, que detalla que ese rey decidió acudir al lugar desde Asturias para comprobarlo. Este camino que hizo el rey desde Oviedo a Santiago de Compostela se llama el camino "primitivo" porque a este rey asturiano se le "considera el primer peregrino que tuvo la tumba de Santiago".

"Se llama el camino primitivo desde Oviedo hasta Santiago y sí que es bastante duro", destaca la experta, que señala que se "dice que es uno de los más duros porque atraviesa mucha montaña". Sin embargo, el más conocido es el francés.