Cuando la Guerra Civil estalló en 1936, la Sagrada Familia de Barcelona llevaba 54 años construyéndose. A pesar de ello, era ya uno de los monumentos más visitados y admirados de la Ciudad Condal. Sin embargo, nadie ideó un plan para protegerla de los ataques que podría sufrir durante el conflicto.

"Eran momentos convulsos y, de hecho, eran objetivos muchos edificios religiosos de los más exaltados por parte de la izquierda y la Sagrada Familia no fue una excepción. El 20 de julio de 1936 vino un comando de la FAI, anarquista, y entró en la Sagrada Familia para quemarla", cuenta Rafa Burgos, licenciado en historia y periodismo por la UAB, a Boris Izaguirre en esta entrega de 'Desmontando'.

En este incendio se perdió la documentación, el archivo y los planos que había dejado Antoni Gaudí, "además de las maquetas que hacía en yeso Gaudí, que también se quemaron, aunque se han conservado trozos y se han intentado montar algunas de las maquetas que ya había hechas. Pero todo lo que es en papel se perdió".

El equipo de 'Desmontando' recrea con tecnología digital el amargo momento en el que el fuego se comió el legado del maestro. "La guerra no solo acaba con la esperanza y la vida, también con el arte, la arquitectura y las ideas de los genios como el gran artista catalán", reflexiona en 'off' Anabel Alonso.