La creatividad nunca cesa en Can Roca, por eso, es tan importante contar cómo surgen las ideas. Los aprendices reciben clases magistrales que son una oportunidad de abrir su mente y aprender de la parte más experimental de El Celler.

Los 65 trabajadores que forman parte de la plantilla de El Celler de Can Roca destacan que son "un equipo, una gran familia que pasa las 24 horas del día junta" y desvelan cuál es una de las mejores maneras que tienen para "hacer piña".

A 100 metros de El Celler, se encuentra el Can Roca original, la casa de comidas que abrieron Josep y Montse, los padres de los Roca, y que originó todo el fenómeno posterior. Allí, tanto los hermanos como el resto de la plantilla, incluidos los 'stagiers', almuerzan a diario los platos caseros que elabora la matriarca, algo que estrecha la relación entre los trabajadores.

Después de estar seis meses en El Celler de Can Roca, los hermanos organizan una espectacular despedida para sus aprendices con una divertida fiesta en la que no han faltado los bailes y los premios a los mejores 'stagiers'.