Varios cambios hicieron saltar las alarmas a la familia de Mauso: deposiciones fuera del arenero, hiperactividad a pesar de tener 12 años, uñas anormalmente largas… Y gracias a ello, su veterinaria Ana Anglada detectó un linfoma digestivo e hipertiroidismo que han podido ser tratados precozmente.

La experta en medicina felina recibe en consulta Mauso para una revisión rutinaria que en su caso, debido a su hipertiroidismo, incluirá una medición de hormonas en sangre para realizar cambios en su medicación si fuera necesario.