En esta situación es en la que decidimos apuntarnos al gimnasio, y comprar un chándal, porque "todos sabéis que ahora hay que ir arreglao' para hacer deporte", así que fue a una tienda de deportes y le dijo al dependiente:

"Quiero un chándal, pero escúchame con atención, no canto rap, ni hip-hop, no salgo en la MTV, no tengo antecedentes, ni un spray en la mano derecha, sácame un chándal sencillo".