"En ese momento era una ciudad pequeña. Era una ciudad tranquila donde apenas se cometían homicidios". Así era la Zaragoza de 1992 según describe Cruz Morcillo en el vídeo principal de esta noticia. Es por este motivo por el que el asesinato de Mercedes Lázaro conmocionó de aquella manera a todos sus vecinos y conciudadanos, que comenzaron a sentirse acechados, en peligro. Sobre todo, las mujeres.
"El hecho de que a Mercedes la mataran en un garaje suponía que cualquier mujer podía haber sido la víctima de ese crimen", reflexiona la periodista de sucesos. Mercedes tenía 25 años, vivía con sus padres y con su hermano. Por la mañana trabajaba en el Servicio de Industria de la Diputación General de Aragón y por las tardes acudía a una academia donde preparaba una oposición de auxiliar administrativo. Su vida y la de su familia transcurría con normalidad hasta que la noche del 4 de mayo de 1992 su asesino acabó con su vida.
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Su padre encontró su cuerpo a escasos metros de la vivienda, sin zapatos , con la ropa rasgada y las gafas rotas, cubierto por su propia gabardina. El día de los hechos era víspera de festivo y, después de las clases, quedó para tomar algo con sus amigas. Por la noche volvió a su casa en torno a las 23:00 horas. Cuando iba a coger el ascensor, alguien la atacó en el garaje. Aunque muchas fueron las sospechas, pocas fueron las evidencias que apuntaran hacia un claro culpable. Para saber quién la mató tuvieron que pasar 26 años.
Tras su declaración voluntaria
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"Ya hay bastantes evidencias como para dejar la vida pública, porque suena y probablemente sea corrupción", señala Ignacio Escolar en esta intervención, en la que promete ser tan radical con la corrupción como lo fue en su día cuando denunciaba la del PP.