"Nos controlan más ellos a nosotros que nosotros a ellos", así explican los guardacostas cómo viven sus vigilancias a los furtivos de la almeja de carril, que la venden entre 2,5 y 6 euros el kilo.
Familias enteras se dedican a esta captura furtiva. Al encontrar a algunos de ellos, se desata una gran tensión con las cámaras de Carretera y Manta antes de que Alberto Chicote consiga hablar con ellos para saber qué estaban haciendo.