Un grupo de mujeres del barrio de Carabanchel, en Madrid, han aunado fuerzas para luchar contra la situación en la que se encuentran después de que el Ayuntamiento vendiese sus viviendas a un fondo buitre.

Denuncian que las políticas llevadas a cabo por el Partido Popular en el Ayuntamiento eran "han sido una estafa". Cuando se produjo la compra venta, nadie les informó, "de ninguna manera oficial ni extraoficial", asegura una de las afectadas.

Con el nuevo contrato, el precio su alquiler ha aumentado un 40%. El precio que se pagaba al inicio era de 340 euros, ahora pagan 700. Si no firmaban el acuerdo, tenían un mes para irse a la calle. Ahora, aseguran que se sienten "desprotegidas" y "sin ningún derecho".

Otras vecinas que no han podido hacer frente a los pagos del alquiler se han tenido que ir. Detrás de cada chapa en cada puerta de los pisos desahuciados hay historias sangrantes. Una de ellas es la de una madre de 80 años y una hija de 45. La hija murió tres meses después del desahucio.

Otro caso, el de Montse. El 18 de febrero está fechado su tercer desahucio, pero ha decidido no moverse. Vive con sus hijos y una nieta de seis años, y confiesa que llegó un momento en el que tuvo que decidir: "O como, o pago".

El día en el que se adjudicaron las viviendas, la cosa era bien diferente: "Se pusieron aquí todo solos concejales del Ayuntamiento, como si fuese una alfombra roja", recuerda una vecina. "Como si nos hubiese tocado la lotería", apunta otra.

Desde entonces, algunas casas se han vendido por menos de lo que ellas han pagado durante el tiempo que han vivido allí.