Librada Rivera es temporera del campo desde que era una niña. La jiennense asegura que esta temporada ha sido muy buena, porque ha ganado más de 1.300 euros. Nada que ver con la temporada anterior, cuando trabajando de diez a 12 horas cogiendo espárragos por la noche no llegó a un salario mileurista.
Ahora Librada, de 36 años, hace las maletas y se va fuera de Jaén. La temporera tiene que abandonar su tierra en verano para ejercer su profesión en otros campos de España. Su hija, Irene, tiene nueve años, y sabe que su madre debe irse a trabajar para conseguir el sustento familiar.
Separada desde hace años, Librada sabe que es el principal apoyo de su hija, y siempre se lleva sus fotos para estar más cerca de ella. Ahora la pequeña debe irse con su abuela para que su madre pueda continuar trabajando.