Purificación siempre llevó dentro a Norma Duval, pero no pudo exteriorizarla hasta los 16, 17 años. "Mi padre no quería que fuera artista", confiesa la vedette a Albert Espinosa en El camino a casa. Su madre fue quién le ayudó a dar sus primeros pasos en busca de sus sueños, se convirtió en "su gran aliada" según Norma.

La madre de Puri la llevó a ver a un representante en un despacho "muy pequeñito" al lado de la Gran Vía. Norma recuerda lo primero que le dijo aquel señor a su madre: "Para lo que su hija quiere, Purificación, no". El representante comenzó a escribir nombres en una cajetilla de tabaco. Cuando terminó le dijo: "elija el nombre que quiera". La artista recuerda nombres muy "repimpopantes", pero cuando llegó al lateral del paquete y leyó Norma Duval dijo "a mí me gusta este".

Este nombre le vendría muy bien en un futuro cuando comenzó a viaja por Francia, porque como explica ella "Duval es muy francés".