Jesús Janeiro y Albert Espinosa recorren a pie los últimos metros que separan El Almendralejo, el campo en el que Jesulín tomó la decisión de dedicarse a ser torero con 12 años, hasta la plaza de toros de Ubrique. Para ello, tienen que pasear por la avenida que lleva su nombre.

"¿Te imaginaste de niño que un día tendrías no una calle, sino una avenida?", pregunta el escritor al diestro. "Te digo una cosa, yo soy de los que dicen que los homenajes, las calles, las esculturas, en vida, que es como se disfrutan", reconoce. Ambos llegan hasta una estatua que muestra un pase muy característico de Jesulín. "Un pase en redondo por detrás", explica.

En ese momento, llegan algunos de sus admiradores que están grabando la curiosa escena con el móvil. "Jesulín, yo quiero una foto contigo", grita una de las señoras del grupo. "Teníamos unas ganas de ver a Jesulín...", asegura. Albert es el fotógrafo que inmortaliza esta bonita estampa.