"¿Tienes sensibilidad ahí?", pregunta Jesús Janeiro a Albert Espinosa señalando al muñón que ha quedado al descubierto tras quitarse la pierna ortopédica durante unos minutos. "Mucha, ¿quieres tocar?", le responde el escritor. "No me impresiona", garantiza Jesulín mientras le pellizca.

Su curiosidad viene de experiencias personales: él tiene algunas partes de su cuerpo insensibles debido a las cornadas de los toros. "Yo, por ejemplo, en esta pierna... mira, toca aquí, mete el dedo aquí", pide el torero a Albert Espinosa. ¡Mete el dedo pa' dentro!", exclama el torero. "¡Hostia, hay un boquete!", se asusta Albert Espinosa. "¡A ver si lo vas a sacar por el otro lado, cojones!", bromea.

Jesulín de Ubrique rememora cómo fue la dura recuperación de esa cogida, para la que no estaba preparado ni física ni emocionalmente. "Me jodió mucho también mentalmente, por lo menos durante dos años", confiesa.