Pocholo se reencuentra en El camino a casa con dos de sus amigos de la infancia, con los que compartía viajes en bicicleta. "El padre de este señor tenía unos ganchos en forma de S y sabías las notas de Pocholo si la bici estaba colgada del gancho", comenta uno de los compañeros, que recuerda que "te quitaban la bicicleta como si hoy en día te quitan el móvil".

El propio Pocholo confiesa a Albert Espinosa que cuando era mayor "suspendí y mi padre me tiró la moto al pantano". Recuerda que en ese momento "me dije 'yo a este tío lo cruzo ya'" y que, con la ayuda de su madre "sacamos la moto y la arreglamos". "Mi padre era muy duro", afirma.

Respecto a su madre, Pocholo asegura que "era todo el día cariños", a lo que sus amigos añaden que "era muy guapa". Los tres recuerdan sus momentos de jóvenes pescando sardinas y asándolas por la noche: "Vosotros habéis tenido una vida de puta madre de niños", comenta Albert Espinosa.