La madre de Eli le muestra a Alberto Chicote la habitación de la joven que está llena de animales ya sea como peluches o en fotografías. Ella asegura que trabajar en el zoo sería cumplir con la ilusión de la vida de su hija, que le ha llegado a decir que "si no tuviera la enfermedad habría estudiado para ser veterinaria".

Alberto Chicote quiere saber la dificultad que le supone a Eli estudiar para la prueba en el zoo y su madre responde que su capacidad tiene un techo de aprendizaje. Eli tiene 39 años y su madre se dio cuenta cuando tenía dos de que su evolución era diferente. A los ocho años el crecimiento de Eli se estancó y entonces descubrieron que tenía el síndrome de Turner, que le impedía crecer y frenó su desarrollo intelectual.

La madre de Eli le confiesa a Chicote su miedo porque "por ley de vida tendrá que quedarse sola y va a depender siempre de alguien". A pesar de que ese pensamiento "enturbia sus días", afirma orgullosa que "su hija es muy feliz".

Otros momentos destacados

Cuando Alberto Chicote conoce a Eli se sorprende de la pasión de esta joven con discapacidad intelectual hacia los animales. Eli le cuenta al chef que le encantaría trabajar en el zoo con los delfines.

Eli es feliz y eso se nota, es una persona muy cariñosa y Alberto Chicote lo comprueba gracias a los abrazos que ella le da. El amor y el respeto a los demás son unas señas de identidad de la joven.

Gracias a Alberto Chicote Eli tiene la oportunidad de alcanzar su sueño y trabaja con todas sus fuerzas para conseguirlo.

La "currada de Eli" da sus frutos y consigue hacer prácticas en el zoo con los delfines. Alberto Chicote no puede contener la emoción al ver la felicidad de Eli.