Un joven de 28 años ha fallecido en Filipinas después de que la Policía le obligase a realizar 300 sentadillas por saltarse el toque de queda.

Según ha explicado su novia a medios locales, este hombre salió a comprar agua a una tienda cerca de su casa y varios agentes le identificaron por saltarse las restricciones de movilidad nocturna. Entonces, le llevaron a un parque y le obligaron a hacer 300 sentadillas.

Cuando llegó a casa, ha narrado la mujer, se encontraba muy mal y con fuertes dolores, pero los achacó al ejercicio extremo que tuvo que realizar y no le dio importancia. Horas más tarde comenzó a ponerse morado y a tener convulsiones, hasta que finalmente falleció.

La Policía ha negado las acusaciones, mientras el alcalde de General Trias, la ciudad en la que vivía, ha condenado los hechos y pide que se investiguen.