Un joven se encontraba en un bar de Newcastle, en Inglaterra, cuando un indigente se le acercó para pedirle algo de dinero.
Sin embargo, el hombre decidió confiar en él y le prestó su tarjeta bancaria y el pin de esta para que sacara todo el dinero necesario.
Minutos después, el hombre regresó con la tarjeta, el dinero en efectivo y el recibo bancario para demostrarle que solo había sacado 20 libras.