El bebé de esta pareja tenía 7 días cuando de pronto, en un trayecto en el coche, se ahogó y no podía respirar bien. Los padres pararon rápidamente en una gasolinera, donde dieron con un policía que finalmente salvó la vida de su bebé.

Unos golpes secos y contundentes en la espalda, con suavidad, le sirvieron para abrir las vías respiratorias del bebé y poder solucionar el problema que angustiaba a los padres.

El equipo de Aruser@s alucina con el vídeo principal de la noticia. "Yo a ese niño le pondría el nombre del policía", dice Angie Cárdenas.