Victoria nació con las piernas hacia atrás y sin huesos en estas extremidades, pero ahora, a sus tres años, ha conseguido andar.

Esta malformación se da en una persona entre un millón y las expectativas de los médicos no eran muy buenas, pensaban que no podría andar y que perdería las extremidades.

Sin embargo, sus padres lograron recaudar más de 200.000 euros para que la niña se sometiera a una complicada cirugía que le ayudara a caminar y a tener una mayor calidad de vida.

Tras dos operaciones y nueve meses de rehabilitación, Victoria solo perdió una de las piernas, donde le colocaron una prótesis, y la otra pudo volver a su forma natural.

En este vídeo de Arusitys te mostramos cómo ha sido su evolución.

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