Esta mujer sube al avión creyendo que está bien de salud, pero a la hora y media de vuelo le empieza a doler la garganta, sospecha y al final resulta que tiene coronavirus.

Como medida de prevención, decide aislarse en el baño del avión durante las cuatro horas restantes de vuelo: "Una demostración de que viajar es un placer", bromea Alfonso Arús. "No hay nada más bonito que pasarte cuatro horas en un confortable, aireado, espacioso y nada claustrofóbico baño de un avión", añade.

Los colaboradores de Aruser@s comentan este inesperado confinamiento en este vídeo: "La azafata le llevaba todo a la puerta".