El bolígrafo Bic ha cumplido 66 años de vida desde que se lanzó en el año 1955 y en todo ese tiempo solo ha sufrido un cambio del que pocas personas se han dado cuenta.

Se trata de un pequeño agujero en la punta del capuchón que se introdujo en la década de 1990.

La razón no es otra que la seguridad: muchas personas, sobre todo niños, se tragaban el capuchón y al incorporarse el agujero evitaba accidentes graves ya que dejaba respirar a la víctima y no le obstruía la tráquea.

Otro momento destacado

Un niño que había acudido con su padre a ver un partido de rugby ha acabado recibiendo un tremendo golpe de un balón que llegó hasta la grada. El padre lo había levantado sobre sus hombros para que pudiera ver mejor la jugada del equipo, con la mala fortuna de que eso provocó que fuera un blanco fácil.