Esta tierna niña acaba de cumplir el sueño de toda su vida, conocer al popular dinosaurio protagonista de una serie de televisión infantil. La mascota abraza a la pequeña sin darse cuenta de está a punto de desvelar un gran secreto: en realidad, Barney no es más que un hombre disfrazado.

Un momento que, a buen seguro, se convierte en una de las pesadillas más recurrentes de la pequeña, que, a pesar de que el señor disfrazado intenta que no se dé cuenta de la situación, ve cómo la cabeza de su adorado ídolo rueda por el suelo.

"Es que le va muy holgada la cabeza, no la tiene bien sujeta", apunta Angie Cárdenas. Un 'mandahué' en toda regla.