Con curiosidad, cuidado y mucha paciencia, este mastín inglés de 90 kilos se acerca hasta su nuevo hermanito, el que sus padres humanos le acaban de presentar: un gatito recién nacido. Poco a poco, como podemos ver en este vídeo viral emitido en Aruser@s, lo estudia con esmero, lo huele y observa, sin hacer ni un solo movimiento brusco.

Aunque se muestra un poco nervioso, controla en todo momento su expresión corporal para no asustar al felino. "Está viendo a ver si va a ser buen compañero de juego", opina Angie Cárdenas, que sabe bien cómo se comportan los perritos.

"En dos días, le ha quitado la cama el gato al perro", aventura Alba Gutiérrez. "Al final, el perro acaba durmiendo donde pueda y el gato en la cama enorme".