El estar tanto tiempo confinados nos ha pasado factura. Hemos pasado de estar encerrados durante dos meses a respirar aire puro y afrontarlo psicológicamente puede ser difícil. Alba Sánchez hace un recorrido por lo que se conoce como fatiga emocional para dar a conocer sus síntomas y las claves para afrontarlo.
La desescalada no nos está ayudando y puede ser que estemos sufriendo síntomas psíquicos como incertidumbre, miedo a salir a la calle, ansiedad, tristeza, estrés... y también físicos como tensión muscular, migrañas, insomnio, náuseas o desórdenes alimenticios.
Los psicólogos explican que esta fatiga emocional no es por cuestión de actitud, sino por una cuestión biológica porque a nuestro cuerpo le gusta la rutina y la hemos roto en varias ocasiones.
Además, no hemos terminado los cambios. Pronto llega la 'nueva normalidad' y se prevé que aparezcan nuevos síntomas y agravados por la pérdida de algún familiar o amigo o por la pérdida del empleo.
Para paliarlo los expertos recomiendan tirar de actitud y llevar una vida ordenada para recuperar cuanto antes la rutina, adoptar hábitos saludables, potenciar las relaciones sociales y no exigirnos demasiado.