"¿Qué hacía yo siendo hija del marqués de Griñón, hija de Isabel Preysler, con mis padres separados y casados muchísimas veces?" Es la pregunta que Tamara Falcó se hacía antes de entender cuál era su misión en el mundo. La marquesa se encontraba perdida, hasta que por fin descubrió cuál era su propósito.

"Mi misión era llevar a Cristo a todos los lugares, incluidos los sitios que parecían más frívolos, porque ahí la gente tiene alma también", confiesa en su discurso como pregonera del Domund, la jornada anual en la que la Iglesia católica promueve el espíritu misionero y los valores cristianos.

Como no podía ser de otra manera, en Aruser@s han vuelto a comentar la última noticia acerca de su exprometido Íñigo Onieva, que llevó a reformar el anillo que le regaló en la pedida de mano con el fin de reconquistarla. Alfonso Arús aprovecha la ocasión para darle un consejo al empresario. "A quien hay que convencer es a la madre".