Los lazos afectivos no son suficientes para reconocer la paternidad de los dos sobre los cuatro menores, según explica el Supremo acerca de su decisión de rechazar el recurso presentado por Nacho Palau, expareja de Miguel Bosé. En él, el escultor pedía que tanto él como el cantante fueran reconocidos como padres de los cuatro hijos que tuvieron en su día por vientre de alquiler. Dos de los niños eran hijos biológicos de uno, y otros dos, del otro.

Para declarar la paternidad de los cuatro menores, debían haber adoptado, aclara el Supremo. La Sala de lo Civil ha explicado que, "con independencia de las circunstancias del nacimiento de los hijos o del sexo de los progenitores, no es suficiente para establecer una filiación el mero vínculo socio-afectivo de los menores entre sí y con quien fue la pareja de su respectivo padre".

"El ordenamiento español establece para estas situaciones el cauce de la adopción que pudieron seguir las partes durante la convivencia y que, una vez rota la pareja, es inviable", indica la Sala Primera en una nota informativa.

El recurso de Nacho Palau

Palau reclamó en 2020 que los cuatro hijos fueran considerados hermanos (aunque biológicamente no lo son). Fue entonces cuando comenzó la batalla judicial entre Miguel Bosé y Nacho Palaupor la filiación de sus cuatro hijos.

Cuando llegó la separación, Tadeo y Diego volvieron a México con Miguel Bosé y los gemelos Ivo y Telmo se quedaron en Valencia con Palau. Una situación que, según defendía Palau, provocaba sufrimiento y daños a los niños, que habían crecido juntos.

Al parecer, Bosé le habría ofrecido a su expareja una casa en México para que sus hijos siguieran juntos. Sin embargo, la intención de Palau era que los niños se quedaran en España ya que el artista tenía más medios que él para trasladarse.