La pandemia por coronavirus está dejando escenas tan insólitas como la que se ha vivido en Santanyí, un pueblo de más de 10.000 habitantes al sur de Mallorca.

Un hombre, vecino del municipio, cogió su furgoneta y trasladó a su madre de 100 años que acababa de fallecer al ayuntamiento.

Su objetivo, según ha publicado El Taquígrafo, era pedir al consistorio la posibilidad de hacer el entierro tal como él creía que se tenía que hacer y no siguiendo las limitaciones que impone el decreto de estado de alarma dictado por el Gobierno para intentar frenar la expansión del coronavirus.

Aunque todo apunta a una muerte natural debido a la avanzada edad de la mujer, el cadáver ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, según el diario Última Hora, para hacerle la autopsia.

Otro momento destacado

Algo parecido ha ocurrido en Ecuador donde cuatro ciudadanos intentaron burlar a la Policía durante un control mientras transportaban a un familiar que había fallecido por COVID-19 para darle sepultura.