Tras 20 años del crimen de Rocío Wanninkhof, Dolores Vázquez sigue siendo señalada y sin indemnizar por un asesinato que no cometió y por el que cumplió 17 meses de prisión. Carlos Quílez hace un recorrido por un caso que estuvo lleno de errores y por el que Vázquez fue víctima del mayor error judicial de la historia.
Los antecedentes del caso Wanninkhof
Rocío Wanninkhof desaparece el 9 de octubre de 1999. Con 19 años, aparece asesinada meses después en un descampado en los aledaños de Málaga con numerosas puñaladas.
Se inicia una investigación por parte de la Unidad Orgánica de la Guardia Civil y esa investigación concluye con la detención de Dolores Vázquez, una mujer con la que mantenía una relación sentimental la madre de Rocío, en 7 de septiembre del año 2000.
El error sale con el asesinato de Sonia Carabantes
El gran error llega tras una condena de 15 años por asesinato. "Todo el mundo se equivocó", explica Carlos Quílez. Tres años después del caso Wanninkhof, asesinan a Sonia Carabantes.
En el transcurso de esta investigación, aparece en las uñas de la víctima restos orgánicos de Tony King, "un depredador sexual" y "asesino compulsivo". Un ADN que coincide con el de las colillas que aparecieron junto al cadáver de Rocío.
Tras 20 años, Vázquez sigue sin indemnización
Este hombre fue detenido y con su detención, Dolores Vázquez demostró su inocencia. Pasó 17 meses en la cárcel y pide cuatro millones de indemnización por el tiempo que estuvo privada de libertad, por un asesinato que no cometió.
El Estado le ofrece 120.000 euros, una cifra que ha recurrido ante el Constitucional y que ha rechazado porque "al haber asesinato, el Estado se hace solo parcialmente responsable de sus errores".