Una patrulla ciudadana impidió el paso de un conocido carterista al Metro y para colmo, el delincuente decidió llamar a la policía catalana.

El carterista llegó a admitir en la llamada al 112 que se dedica a robar, pero aseguraba que en ese momento no había delinquido.

"Sí, soy carterista, pero no estaba robando", aseguró el hombre, al que los vecinos no dejaron entrar a un taxi para huir.