Aunque la naturaleza es sabia, en algunas ocasiones aparecen determinados ejemplares que se diferencian del resto de su especie por alguna mutación o carencia de pigmentos durante su desarrollo que, además de hacerlos distintos, también conllevan un mayor riesgo para el animal, tal y como explica la bióloga Evelyn Segura.

Este es el caso de la tortuga amarilla que ha sido capturada por un vecino de la India. El galápago, según explica la colaboradora de Aruser@s, no es un ejemplar albino, pero su coloración le confiere algunos problemas asociados con la falta de pigmento, además de hacerla más visible para sus depredadores naturales.

"En estado salvaje, si no la hubieran encontrado, su esperanza de vida hubiera sido muy corta. Ahora que la han cogido y la han llevado a un centro, posiblemente sus posibilidades de supervivencia sean mayores". Una de esas pocas ocasiones en las que la mano del hombre sirve para ayudar al medioambiente.