Si eres de los que considera que, lejos de ser una alegría, que te inviten a una boda es toda una faena (y esta sensación que tienes es por culpa del dinero) no te preocupes, porque no estás solo. Todos nos preguntamos en qué momento España se convirtió en ese país en el que asistir a un enlace supone un importante desembolso económico. Tanto es así que hasta los medios de comunicación, como 'El Confidencial', escriben sobre este tema que hoy comentamos en Aruser@s.

"Ahora se ha puesto tan de moda el hecho de pagar por el importe al que te invitan en forma de menú que hay invitados que van al restaurante a preguntar cuánto cuesta exactamente el cubierto"; informa Alfonso Arús conforme a este artículo. "Pero hay que sumar también las flores, el DJ...", indica Patricia Benítez.

Aquí es donde el presentador se planta. "En eso, creo que los invitados deberíamos ser mucho más exigentes y que se nos preguntara, 'oye, ¿queréis flores o no queréis flores?', porque si el invitado dice 'paso olímpicamente de las flores' y en lugar de 150 eurazos me lo dejas en 110, coñe, prefiero pagar 110", dice indignado.

Hay quien se fija más en la comida, como Tatiana Arús y Rocío Cano. "Ya que pago, pues cato"; reconoce 'Pifostio'. Lo que ya no se usa para nada son las listas de boda (excepto en el caso de Tamara Falcó e Íñigo Onieva), porque las parejas ya suelen convivir antes de casarse y tienen toda la casa amueblada.

Sin embargo, lo que más llama la atención de Alfonso Arús son las bodas que se celebran en Suecia. "Te puedes encontrar con solo 6 u 8 personas. A mí esto ya me gusta más. No va ni la suegra", bromea.