Sara Carbonero e Iker Casillas viajaron juntos a Oporto e hicieron disparar todas las alarmas sobre una posible reconciliación.

Se trataba de un viaje familiar totalmente planificado para que los niños pudieran reencontrarse con algunos amiguitos y regresar a la casa en la que estuvieron viviendo.

No se trata pues de un viaje romántico de la pareja y la reconciliación está más lejos de lo que se podía imaginar.